En 1543 (y no se impacienten con la fecha), Nicolás Copérnico publicó "De revolutionibus orbium caelestium", libro en el que propuso un nuevo y revolucionario sistema del mundo sobre la base de una Tierra en movimiento.
En 1859, más de tres siglos más tarde, otro hombre revolucionario publicó "Sobre el origen de las Especies", en donde también se vertían nuevas y radicales ideas sobre la naturaleza de la vida. El título de esta página no es más que una alusión (espero que no presuntuosa) a esta semejanza, porque si bien separados por varios siglos, ambos personajes fueron prácticamente tratados de herejes y ambos han sido los artífices de sendas revoluciones científicas y del pensamiento humano.
Es ya clásica la frase de Theodosius Dobzhansky, uno de los fundadores de la actual genética de poblaciones: "Nada tiene sentido en Biología si no es a la luz de la Evolución" , y sólo hace falta leer cualquier texto relacionado con las Ciencias de la Vida, visualizar no importa qué documental sobre la Naturaleza o ir, simplemente, al supermercado y ver la inmensa variedad de vegetales que nos comemos, para darse cuenta de lo fundamental y exacto de esta frase. No existe fenómeno vital que escape a una explicación que, en el peor de los casos, resulta ser implícitamente evolucionista.
El primer genoma eucariota secuenciado fue el de la levadura de la cerveza Saccharomyces cerevisiae, un eucariota unicelular, en 1997. En Noviembre de 1.998 se dio a conocer la primera secuencia completa del genoma de un organismo eucariota pluricelular, el del "gusano" Caenorhabditis elegans. El director de este proyecto era el genético molecular Sydney Brenner, que en una entrevista comentaba lo siguiente, en referencia al futuro de la Biología: "... la Biología se va a convertir muy pronto en una disciplina teórica, y todos los científicos creativos estarán pronto en el campo de la Evolución". Brenner ha sido galardonado con el Nobel de Biología en 2002 por sus contribuciones a convertir el gusano Caenordabitis elegans en un modelo en genética del desarrollo, una parte de la biología en gran auge actualmente y con mucho que ver en evolución.
El 15 de Febrero del 2.001, en Nature, y el 16 del mismo mes, en Science, se publicaba la secuencia "casi" definitiva de otro genoma, pero esta vez más importante: el humano, aunque no secuenciado al cien por cien. Confirma lo que ya se sospechaba últimamente: que nuestro genoma es mucho más sencillo cuantitativamente de lo que nuestra soberbia puede soportar. Sólo 30.000 genes poseen los núcleos de nuestras células (los últimos datos apuntan unos 50.000), y no hace más de un año aún se especulaba con que serían 80.000. Resultan ser no muchos más que los de una mosca del vinagre y apenas 11.000 más que los del Caenorhabditis elegans. Somos menos de lo que pensábamos. ¿O no?
(Para algunos somos tan poco que creen necesaria la mejora genética de la raza humana, rozando o tocando directamente la eugenesia que creíamos afortunadamente olvidada. Con nombres y apellidos, James Watson, uno de los descubridores de la "doble hélice" y gran impulsor del PGH. Por supuesto, el que esto escribe está radicalmente en contra de tal "idea", porque, ¿cuál sería el concepto idóneo de fealdad y estupidez que deberíamos erradicar?).
Desde un punto de vista evolutivo, ya se sabe que poseemos fragmentos de genoma vírico en nuestro ADN y que, al menos, 223 proteínas que sintetizamos ... lo hacemos mediante genes que también poseen las bacterias, transferidos a nuestro genoma a través de otras especies o directamente de los virus y bacterias. ¿Sorpresa? Y aún más. Se ha visto ya con mayor precisión, si bien este dato ya se conocía por estudios anteriores, que la variabilidad de nuestro genoma es muy pequeña y que, incluso, personas de una misma población pueden ser más diferentes entre sí que con personas de poblaciones diferentes. Esto es lo que ocurre en especies que acaban de aparecer en el campo evolutivo, como la nuestra que apenas tiene hace 100.000 años que salió de África ... pero esta es otra historia. Como decía el día de la presentación del Proyecto Genoma Humano Svante Pääbo, "todos los humanos somos africanos, ya residamos en África o en el exilio reciente" . Siento no recordar de quién era la siguiente reflexión, pero si hubiera un holocausto del tipo que fuese y sólo sobreviviese una pequeña tribu de algún lugar aislado del planeta, de seguro que conservaría toda la variabilidad genética de nuestra especie.
Sigo con mi ambición inicial: divulgar lo que constituye una de las ramas más apasionantes de la Ciencia. La EVOLUCIÓN como proceso en el que se integran todos los fenómenos dinámicos de nuestro planeta, tanto los correspondientes a su parte viva como a su parte abiótica.
En el estudio de la Evolución Biológica, aportan sus datos y conocimientos todas las ramas de la ciencia, desde el bioquímico hasta el paleontólogo, desde el físico hasta el edafólogo, desde el forense hasta el ecólogo, desde el botánico hasta el genetista, ..., en fin, se trata, pues de una Gran Ciencia, o una "superciencia" en ese sentido, pero, como buena ciencia, en constante cambio acercándose cada vez más a explicar el funcionamiento de la Naturaleza. Estas páginas aportarán algo al pobre espacio en la Red que ocupa en nuestro idioma este tema y la Ciencia en general. Abundan, aunque algo menos de lo esperado, los recursos en inglés, pero el campo resulta desesperante en nuestro idioma, con honrosas excepciones. El que esto escribe es un biólogo interesado por este tema, pero en absoluto un experto en la materia (he de decir esa frase tan ausente en la Red "esto no es una página oficial"), de modo que, probablemente se encuentren algunos errores o imprecisiones. Sólo estoy intentando contar a los demás todo aquello que voy leyendo para animar a que también lo hagan otros. Agradecería las contribuciones en este sentido que os parezcan, lo mismo que nuevos enlaces, datos, etc.
Pretendo desarrollar próximamente las implicaciones del Proyecto Genoma Humano en la explicación del hecho evolutivo, así como lo relativo a otros aspectos de la evolución molecular y paleoantropología (aunque nunca podré contar más y mejor de lo que lo hacen los miembros de las excavaciones de la Sierra de Atapuerca en su web), además de retocar y actualizar los enlaces a otras páginas relacionadas con el tema y la bibliografía que algunos solicitáis de vez en cuanto. Espero no ser demasiado ambicioso. Tiempo al tiempo ... imprescindible en la evolución.
martes, 30 de septiembre de 2008
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